Conservadores y progresistas son dos etiquetas
con las que la opinión pública y otras personas engloban dos visiones del
mundo. No me considero parte de ninguno de estos grupos.
Algunos conservadores parecen olvidar que la
sociedad requiere cambiar para perfeccionarse. Pretender su avance a fuerza de
negar toda novedad y abogar por la tradición como garantía absoluta de un recto
orden social es un absurdo. A su vez, algunos de los llamados progresistas
parecen querer hacer de la ruptura con la tradición un criterio ético. “Si es
nuevo, es bueno” parecen afirmar. Olvidan que la novedad es una referencia
temporal, no ética. De lo contrario, las obras de Beethoven, Da Vinci u Homero serían
de poco valor por ser antiguas.
Es fácil percibir como ambas posturas parecen
irreconciliables y nos llevan a una discusión inacabable donde habitualmente
acaba imponiéndose, no la razón, ni la verdad sino la ley del más fuerte. Si
deseamos terminar con esta lógica, que no es beneficiosa para nadie, es
necesario encontrar puntos de encuentro. Lograr un camino de, como lo han
llamado algunos, mediación cultural.
Un proceso maduro y serio de mediación cultural
implica superar la discusión estéril, el ruido mediático y una visión preconcebida
de la realidad. Hace necesario reconocer que la sociedad está llamada a ser
cada vez mejor y para ello debe cambiar. También exige aceptar que la
experiencia acumulada a través de siglos de historia tiene mucho que aportar en
ese cambio. En conclusión, la mediación cultural exige un compromiso de estudio
serio que, a la luz de un profundo respeto por los derechos y la dignidad de la
persona humana, nos permita descubrir qué se debe conservar y qué se debe
cambiar, para que realmente construyamos una sociedad más justa. Esto es lo que realmente supone ser, mentalidad abierta u "open minded".
Este esfuerzo de superar la superficialidad de
las etiquetas y entrar en la búsqueda del auténtico bien de la persona y por lo
tanto de una comunidad, no solo debe darse entre la clase política y la
académica, sino entre la gente común quienes muchas veces son los auténticos
motores de la historia.
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ResponderEliminarBuen artículo Juan Antonio. Toda la Región está sumergida lamentablemente en ese discurso de contrarios que no se escuchan. Es, en conclusión, una incapacidad para pensar. A mí me ha servido de mucho la propuesta de Alejandro Llano de vivir, al menos, tres principios para poder discutir sanamente: el principio de gradualidad, según el cual nos desprendemos del racionalismo mecanicista que ve la realidad en blanco y negro; el principio de complementariedad que nos enseña a abandonar la estrategia del conflicto que confunde lo que es distinto con lo que es contrario; y el principio de integralidad que nos hace ver que la persona no se agota en la fría objetividad de lo mensurable, y que no está -toda entera- incrustada en el proceso de producción de consumo... Sigue escribiéndonos e inspirándonos por favor Juan... :)
ResponderEliminarAlfredo! Muy sugerentes tus ideas. Gracias por escribir.
EliminarGracias. Muy bueno.
ResponderEliminarPodemos intentar definir un borrador de lo que es "Conservatism". Políticamente, muchos conservadores se autodefinen como "conservadores de los valores de la Constitución". Muchos liberales, " interpretan" la constitución conforme ellos entienden "el presente".
ResponderEliminar"(Conservatism)" attempts to understand how societies work, and to make the space required for to work successfully" (Scrutiny, 2019).
Establezcamos un diálogo sobre este tema. Pero, por ahora, tal diálogo debe pedir la eliminación de al menos el aborto, cómo ha sido adoptado por los "progresistas" del liberalismo radical desde principios del siglo XX. Entonces el diálogo podrá continuar para beneficio de la Sociedad.
Referencias
Scruton, Roger (2019). How to be a Conservative. Bloomsbury: Bloomsbury, London
No sé quién es RGTP pero estoy de acuerdo con él. Están excelentes los puntos que señala Alfredo sobre el "how" debatir pero el planteamiento a nivel planetario es de una guerra cultural. Por tanto de ideas, de apologistas y polemistas, con candentes y apasionadas. Eso sí siempre respetando a la persona del contrario, pero contra el error en sí "no mercy". La pelea es peleando y más en un mundo relativista.
EliminarGustaco y Dan, gracias por sus notas. Será un gusto seguir conversando.
EliminarRGPT = Rafael Gustavo PérezTejera
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