jueves, 9 de septiembre de 2010

El Primer Paso

Hoy es el primer cumpleaños de este blog. Según algunos estudios, la mayoría de los proyectos, al cabo de un año ya duermen en el sueño de los justos. Sin embargo, ¡aquí estamos! y podemos seguir  compartiendo anécdotas e impresiones sobre las cosas que enriquecen nuestra vida diaria. Sin más que agregar, los dejo con el último artículo que he escrito para compartir con ustedes.

Hace unos meses tuvimos una conferencia muy interesante en la Residencia Universitaria donde vivo. Fue un ciclo de conferencias enmarcado en un programa que se llamó “Experiencias Empresariales.” Fueron viniendo distintos empresarios de la Isla. El formato era tipo conversatorio, el invitado iba hablando sobre distintas cosas que le habían ayudado o perjudicado,  circunstancias que aprovechó para crecer y dificultades que ahora se le presentan para seguir expandiendo su negocio. A la misma vez los asistentes, algunos universitarios, otros estudiando escuela superior y también algunos profesionales,  hacían preguntas e intercambiaban opiniones. La verdad es que fueron unas jornadas bien enriquecedoras.

Una cosa llamativa fue la existencia de un factor común entre todas las personas que visitaron la residencia. Hubo empresarios jóvenes y otros que ya tienen más experiencia, de ramas de negocios tan distintos como moda y construcción, algunos empezaron “con una mano adelante y otra atrás”, otros empezaron con un poco más de medios económicos. En fin, la diversidad era total. Sin embargo, había en todos una misma actitud frente a la vida: optimismo. La invitación constante a todos los que estábamos ahí era a insistir, a luchar, a perseverar, a recomenzar. Las adversidades y las dificultades no son insuperables. Todos contaban anécdotas de situaciones difíciles y delicadas que tuvieron que superar.

Uno de los conferenciantes, terminó la conversación comentando que los jóvenes teníamos que recuperar la capacidad de soñar. La idea me llegó y me quedé pensando.  Por las razones que sean, es muy frecuente conseguirse gente joven con ideales pobres. Los que no nos sentimos así, tenemos que esforzarnos por contagiar en los demás la alegría de los grandes ideales, la satisfacción de la entrega personal a grandes causas. Hay que transmitir la convicción de que soñar no es perder el tiempo sino el primer paso para las grandes y trascendentes transformaciones de las personas, de las comunidades, de los países, del  mundo.
"Lo único que hace falta para que el mal triunfe, es que los hombres buenos no hagan nada"
Edmund Burke