domingo, 5 de febrero de 2017

El valor de la realidad: inspirado en un comunista y su bicicleta.

Dicen que a un aspirante a ser directivo del Partido Comunista le hicieron este examen:
¿Si usted fuera dueño de una finca la entregaría a los trabajadores? ¡Si claro!, contestó el aspirante.
Y si usted poseyera un carro, ¿lo entregaría al Partido para el uso de todos los camaradas? ¡Por supuesto!, siguió respondiendo.
Y, si tuviera una bicicleta, ¿la daría al Partido? No, -reconoció el interesado- la bicicleta no porque la bicicleta si la tengo.
Al oír la historia, primero, me reí y luego me hizo pensar. ¡Qué diferencia cuando los planteamientos dejan de ser teóricos y nos afectan en lo concreto! Me pregunto, ¿Por qué?, porque solo en lo concreto puede captarse el auténtico valor de las cosas y situaciones de nuestra vida.
La definición de un beso, quizá alimenta la curiosidad pero poco más; la enfermedad explicada en un libro, acaso despierta alguna vocación de médico. Pero, el beso de una madre nos explica que significa sentirse querido, y la enfermedad de un hijo qué significa sufrir.  En la realidad, en lo concreto es donde somos capaces de captar, si se me permite la expresión,  la vitalidad de la vida, su fuerza interna, aquello que la hace atractiva.
Pienso que esto fue lo que quizo decirnos John Lennon con su conocida frase “la vida es aquello que te pasa mientras estas ocupado haciendo otros planes”. Quizá ese gran artista, se caería de espanto al ver las horas infinitas que estamos frente a las pantallas, mientras nuestro mundo pasa, y con él tanta belleza. No permitamos que esto suceda. Salgamos al encuentro de ese mundo nuestro, y descubramos la infinita riqueza que encierra en cada detalle, en cada mirada,  en cada conversación…  Esta experiencia es para mí una definición del verbo vivir.
"Lo único que hace falta para que el mal triunfe, es que los hombres buenos no hagan nada"
Edmund Burke